Real Pilar vivió su fiesta de campeón a todo color en el estadio Carlos Barraza. La consagración se había dado la semana pasada como visitante. De un festejo íntimo el jueves en la Comunidad Deportiva del club, el título conseguido en el Clausura de la C se transformó en multitudinario con los hinchas en casa, en la tarde del lunes.
Apenas el árbitro Jonathan Barrios dio el pitazo final, los jugadores desataron el ¡Dale campeón! ¡Dale campeón! unidos en una ronda infinita en el centro de la cancha y envueltos en las nubes rosas y negras de bengalas.
El Monarca tiró la casa por la ventaja tras alcanzar su primera estrella en AFA, en 7 años de vida, con una fiesta que emocionó a todos. La gente acompañó a pesar de ser un día laborable. Un clima familiar se vivió en la platea que no dejó de alentar como la Banda del Monarca, que al ritmo de bombos y redoblantes, acompañó durante los 90 minutos desde la tribuna "visitante".
El presidente César Mansilla junto a sus colegas de Comisión Directiva y figuras de la política municipal, destacándose el intendente Federico Achával, presenció las alternativas del triunfo por 3-0 ante Sportivo Barracas. Y al final no quisieron perderse la fiesta dentro de la cancha.
La ceremonia arrancó 15 minutos antes con los jugadores entrando con sus hijos al campo de juego. Al pararse en el círculo central saludaron a las dos tribunas brindando un espectáculo emocionante.
Las cabeceras se fueron poblando hasta tener la zona de plateas cubiertas, mientras que en la "visitante" la banda comenzó a levantar la temperatura de una tarde calurosa.
Una gran bandera se desplegó en la platea cuando promediaba el segundo tiempo para saludar al campeón. Aplausos y gritos bajaban desde la tribuna ante cada aproximación ofensiva del local. Aunque el gol se hizo esperar hasta el segundo tiempo llegó el desahogo, desatando el inicio de la fiesta que tuvo su punto de ebullición apenas el árbitro pitó el final.
Los jugadores esperaron en la cancha que sus familias, amigos e hinchas poblaran el campo de juego para comenzar la vuelta olímpica. Después, los protagonistas se hicieron un tiempo de sacarse fotos y firmar autógrafos. Una fiesta que todos esperan que se tenga su segunda parte en las finales por el ascenso contra Lamadrid.
(pilaradiario)