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Lunes  28 de Abril, 2025
 
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Verano 2025

Frío en las ventas: las heladerías viven una temporada que no termina de repuntar

Advierten que se siente la baja del consumo y que las ventas están por debajo de años anteriores. El día a día transcurre entre malabares para diseñar ofertas y clientes que se vuelcan a productos cada vez más chicos.

Entre jornadas sostenidas de altas temperaturas y bajas precipitaciones, condiciones climáticas favorables para el consumo de sus productos, el mercado de las heladerías sigue aguardando por un repunte de la temporada que está lejos de cumplir con las expectativas.

"La retracción se nota y es importante", afirmó Carlos Moreno, propietario de la heladería Bom que bom que este año cumple 70 años en Pilar y que en la actualidad cuenta con dos sucursales, una en la calle Tomás Márquez esquina Camilo Costa y otra en la localidad de Manzanares. 

En este sentido, aseguró que las ventas "no están a la altura de otras temporadas", ubicándose un 10% por debajo del ya difícil enero 2024 y más de un 20% menos que los veranos 2023 y 2022.

"Entiendo a la gente porque tiene que achicarse cada vez más y el helado no es un producto de primera necesidad así que gastar 16 mi pesos en un kilo de helado cuesta, pero más barato no lo podemos vender por los costos, son productos artesanales realizados con frutas naturales", expresó el comerciante.

En la misma línea, Victoria Carey, propietaria de la heladería Gondwana ubicada sobre la calle Rivadavia 822 aseguró que el nivel de ventas fue "muy bajo" durante enero. "Se notó que no había nadie por la calle", señaló y aunque reconoció que "siempre se frena en enero la circulación en Pilar" este año se notó de forma particular "la falta de plata". "A fin de mes se frenó la caja, recién el sábado 1ro. de febrero repuntó un poco".

"Es un gustito y a fin de mes no se lo puede dar, la gente espera a cobrar", advirtió la comerciante cuyo público, precisó, "es gente que está de paso, haciendo compras".

En cuanto al mes de diciembre, históricamente el más fuerte para las heladerías, afirmó que también "fue igual de malo que el 2023", con ventas por debajo del 50% de las alcanzadas en 2022.

Por su parte, desde la heladería Colonial (Rivadavia y Lorenzo López), cadena de franquicias regionales, señalaron que "nosotros notamos una baja en enero" seguida de un repunte de la mano de la cafetería Pure Life que comparte local con el despacho de helados y que desde su inauguración a fines del año pasado cuenta con buena recepción de público.

"Un local nutre al otro. En diciembre la venta estuvo alta por fin de año, en enero bajó pero después repuntó, vemos una sinergia entre los dos locales", precisaron. No obstante, reconocieron que "la gente busca más las ofertas". En la heladería Colonial el kilo de helado cuesta $17.900, mientras que el cuarto se vende a $5.900. El vaso de un sabor tiene un costo de $3.900 y el de dos sabores $4.400.

En coincidencia, desde Bom que Bom, Moreno señaló que la forma de hacer frente a la baja del consumo es proponer ofertas, teniendo en cuenta que según su opinión: "la gente ya no tiene fidelidad, va atrás de la promo y es entendible. Nosotros tenemos que adaptarnos y achicar las ganancias cada vez más" en un contexto marcado por "cada vez más competencia, hay más de 40 heladerías en el centro de Pilar y alrededores".

En Bom que Bom el kilo de helado cuesta $15.900 y el vaso pequeño $3.400. En tanto que el cuarto de helado sale $5.000. Asimismo, la heladería cuenta con 2x1 en cucuruchos, una de sus promociones más elegidas por los clientes.

Mientras que Carey remarcó que "tratamos de tener un enganche con los precios para sostener la clientela". En Gondwana, el kilo de helado cuesta $11.500 y el cuarto $3.500. En tanto que el vaso más chico cuesta $1.500 seguido por el de dos bochas cuyo valor es de $2.000.

Las fuentes consultadas coincidieron en los cambios que se produjeron en los comportamientos del consumidor a raíz de la pérdida del poder adquisitivo e indicaron que el más notorio, además de la búsqueda de ofertas, el es de la reducción de los productos consumidos. Así, los vasos pequeños o el cuarto de helado a granel son los más pedidos.

Mundo aparte

Con 2000 locales en el país y países limítrofes, Grido logró consolidarse en 2024 como la cadena de franquicias de origen nacional con mayor cantidad de heladerías y la tercera cadena de comercialización de helados a nivel mundial.

El extraordinario volumen de estos números se refleja también en la suerte de microclima de consumo que incluso se nutre de la disminución del poder adquisitivo dado que logró acaparar buena parte de la clase media que hacia principios del 2000 -época en la que nació la marca- le era esquiva.

Consultada por El Diario, Geraldine Lemkin, propietaria del local de Grido del cruce de Derqui, destacó que el espacio "funciona muy bien" al tiempo que aclaró que "no lo podemos comparar con años anteriores porque es el primer verano" tras haber abierto el comercio hacia mediados del año pasado.

De todas maneras, reconoció que el consumo está sujeto a las condiciones climáticas "es muy marcado, los días de calor intenso se vende un montón y cuando llueve se frenan las ventas". "El 25 de diciembre no se vendió tanto porque hizo frío y el 1 de enero se vendió un montón", apuntó. Asimismo, coincidió en que "las últimas semanas de enero el consumo bajó" y con el comienzo de febrero y el regreso de mucha gente de sus vacaciones de verano, las ventas retomaron su ritmo.

En cuanto a los comportamientos de los consumidores, reveló que "Grido mejoró su calidad y sostuvo sus precios, así que la gente lleva en cantidad, además hay muchas promociones". Las cajas de palitos, así como las frutas heladas bañadas en chocolate son el furor de la temporada. En tanto que el público de mayor poder adquisitivo es el principal consumidor de los postres helados.

El kilo de helado en Grido cuesta $10.500 en tanto que la caja de 20 palitos cuesta $8.000.

(pilaradiario)